Febrero 8/2008
EL PELIGRO DE IR A MEDIAS
La evolución es religión.
El Gran Diccionario de la lengua española, en su segunda acepción sobre religión, dice:
‘Cada una de las doctrinas surgidas de los dogmas y prácticas propios de una confesión.»
Según esto, me lanzo en caída libre e, impulsado por los 9.8 m/seg que desplazarán mi 1.80 m con 83 kilos, manifiesto que la evolución no es ciencia, sino religión. La religión última que se opone a la primigenia, tal como demuestran sus propias aseveraciones, a través de un ejercicio comparativo; se han estudiado la Biblia con el único objetivo de desacreditarla. Analicemos como se han preocupado de desvirtuar cada planteamiento bíblico:
B: En el principio, Dios creó… Ev: No hay Dios (ateísmo); no hay creación.
B: La Palabra de Dios es la clave del pasado… Ev: El presente es la clave del pasado.
B: Fuimos creados por Dios… Ev: Estamos aquí por accidente natural.
B: Somos diseño inteligente; cabalmente calculado… Ev: Mutación al azar con selección natural.
B: El universo y la vida fueron creados en 6 días de 24 hs., hace unos 6,000 años… Ev: La vida apareció gradualmente y se diversificó durante miles de millones de años.
B: Hubo un diluvio que cubrió toda la tierra… Ev: No existió tal diluvio.
B: Dios creó la materia… Ev: La materia siempre existió o simplemente apareció.
B: La Tierra se creó antes que el sol y las estrellas… Ev: El sol y estrellas existieron antes de la Tierra.
B: La luz fue creada antes del sol… Ev: El sol fue la fuente de luz primaria para la Tierra.
B: Las plantas fueron los primeros seres vivos creados… Ev: Los seres del mar fueron los primeros seres vivos que se formaron.
B: Las aves fueron antes que los reptiles… Ev: Los reptiles fueron antes que las aves.
B: Las ballenas antecedieron a los mamíferos terrestres… Ev: Los mamíferos terrestres precedieron a las ballenas.
B: La enfermedad y la muerte se deben al pecado del hombre… Ev: La enfermedad y la muerte vinieron con el hombre.
B: El espíritu del hombre vivirá eternamente… Ev: No hay vida después de la muerte.
B: Dios desea que vivamos con Él para siempre… Ev: No hay Dios, esta es la única vida.
B: Dios es la máxima autoridad del hombre… Ev: El hombre es su máxima autoridad.
B: El amor a Dios y la obediencia a su Palabra es la prioridad principal del hombre… Ev: La auto-realización es la prioridad principal del hombre.
B: Dios es el Creador Todopoderoso… Ev: Dios es reducido a una creación del hombre.
B: Dios debe ser honrado en la vida pública… Ev: Dios es eliminado de la vida pública.
B: Dios fija lo correcto e incorrecto… Ev: El hombre decide lo correcto e incorrecto.
B: Las leyes civiles deben basarse en las Leyes Divinas… Ev: Las leyes las escriben los poderosos.
¿No resulta curioso? Aunque ellos mismos no lo sepan, responde a un esquema ideado por el verdadero diseñador de la teoría evolutiva, el enemigo primigenio; gracias a esto, la fuerza política/económica de este mundo, toma el mando sobre Dios y los hombres caen en su red.
El sistema educativo occidental, a diferencia del oriental, (más fiel) ha ido supliendo con los años los fundamentos bíblicos por creencias evolucionistas; ha presentado estas últimas como hechos verdaderos, sin aportar bases sólidas. Así se fraguan los dirigentes del mañana: maestros, jueces y políticos; guías con influencia en asuntos sociales que quizás conviertan en leyes, duros proyectos que hoy confrontan la sociedad (como la de legitimación del aborto).
Se ha ‘eliminado‘ a Dios del sistema público. Lo que es correcto o incorrecto, y las leyes reguladoras, se definen dependiendo de quién tiene la mayor fuerza política. En la actualidad ya no se buscan en la Biblia las bases para establecer estatutos, sino que estos se subordinan a la conveniencia de los que ejercen el control político-económico sobre la sociedad.
A esta vorágine han sucumbido muchas organizaciones importantes, ya sean clericales o civiles, seminarios, y colegios bíblicos, el mismo Papa… todos han doblado sus rodillas ante las ideas evolucionistas, enseñándolas a las generaciones futuras como la ‘verdad‘.
El informe Barna (1997), dijo que: ‘la cristiandad está perdiendo influencia en la vida de las personas en lugar de impactarlas.’ De hecho, los cristianos han mostrado una falta de impacto alarmante en la cultura nacional como consecuencia directa de su fe.
Si los cristianos tienen las mismas bases que el mundo, ¿dónde estamos situando a Cristo? Los líderes cristianos que han aceptado la evolución o el cuento igualmente anti-bíblico de ‘largas edades’, en realidad nos están diciendo que Dios se equivocó en el orden de la Creación.
De hecho, si las teorías fueran correctas, entonces la Biblia lo dice todo al revés, ya que enseña que Dios creó la tierra antes del sol, los pájaros antes de los reptiles, las ballenas antes de los animales terrestres… y a un hombre inicialmente inmortal. ¿Nos dejamos llevar por la Palabra de Dios, como hicieron los primeros seguidores de Jesús o dependemos de líderes religiosos, filósofos y otros que han confiado más en criterios de hombre?
Una vez que se comienzan a manipular racionalmente Las Escrituras, desde el falible punto de vista humano, ¿en qué punto se puede detener?
La Palabra establece que Dios es perfecto, Él sabe exactamente cómo creó el mundo, y Él nos lo comunicó. Si no creemos cuando nos dice cómo lo creó, o si decimos que Él nos lo dijo en una manera abstracta, ¿cómo podemos confiar cuando nos habla de otros principios importantes?
Si no se cree cuando Génesis 1:3:31 explica que Él creó el universo y todo lo que en él existe, en seis días; entonces tampoco a Éxodo 20:13, cuando ordena: ‘No matarás’. La palabra en Hebreo, ‘ratsach‘, significa asesinar. Asesinar es tomar intencionalmente la vida de otra persona, y esto cubre el aborto, suicidio, infanticidio y la llamada ‘muerte por misericordia’.
«Porque el Señor hizo en 6 días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo.»
Si estos seis días citados en Éxodo 20:11, ratificando lo dicho en Génesis, pueden ser extendidos a miles de millones de años, entonces se pueden extender los principios morales bíblicos en la dirección que se desee, opuesta a la idea original del Creador.
Se podría razonar que si se nos enseña a ser misericordiosos, asistir a una persona para que se quite la vida, terminando con un gran sufrimiento, no debería tomarse como asesinato, sino el cumplimiento de la orden: ‘ser compasivo’. El no asistir a esa persona, podría argumentarse como falta de amor, lo que se tomaría como pecado. En base a esto, el ‘Dr. Muerte’ (el famoso asistente de suicidios, Jack Kevorkian) sería considerado como un ‘hombre santo’.
O las personas que apoyan el aborto pueden justificarse, diciendo que este es aceptable debido a que el bebé no era deseado y la madre le previene del dolor futuro, al sentirse rechazado posteriormente. Así como las que invocan mutaciones genéticas que implicarían una minusvalía perenne.
El infanticidio, ese acto criminal de quien mata a un niño, también sería aceptado debido a las excesivas molestias que hipotéticamente un niño podría provocar a sus padres. Incluso los jueces y policías podrían coartar la libertad a las personas cuando quisieran. El siguiente paso sería eliminar a cualquiera que se atravesase en nuestro camino, lo cual pasó con Hítler, que pensó que el pueblo judío no debía existir y los exterminó por millones. Esta progresión no es ficción ni exageración. Otras sociedades las han llevado a cabo: Cambodia, Rusia, China, etc.
Contribuir a la muerte de un ser no libera de los millones de sufrimientos de la humanidad… ni del nuestro propio, por el que todos hemos de pasar irremisiblemente; el dolor es hijo del pecado, y solo desaparecerá cuando venga a liberarnos el único que le venció. La vida de una persona se limita a unos cuantos años; el sufrimiento, bastante menos. ¿Qué significa eso ante la perspectiva de una vida eterna? No es ni siquiera una fracción de grano de arena con respecto a todos los desiertos del mundo.
Una vez que se empieza a racionalizar el significado literal de la Palabra de Dios, las opciones son ilimitadas. Si nosotros decimos que la Biblia no es ‘científica‘, y que sólo tiene que ver con el ‘por qué’, y no con el ‘cómo‘ Dios hizo las cosas, entonces ¿podemos estar seguros que Cristo nació de una virgen? O que, ¿resucitó de entre los muertos? Después de todo, estos son también eventos ‘científicamente imposibles’.
Si nosotros no podemos confiar en ninguno de estos temas cruciales del libro del Génesis, ¿cómo podemos confiar en Dios acerca de nuestra salvación? No podemos ir a medias con el Señor: no podemos ser medio crédulos, o medio honestos ni medio valientes.
De hecho, el Dios de la Biblia es muy capaz y preciso. Él dice exactamente lo que quiere decir; a través de toda la Biblia, es muy específico. Nos dice exactamente lo que tenemos que hacer para ser salvos; el modificar algo, sólo traerá consecuencias desastrosas:
«Os aseguro que todo lo que atéis en este mundo, también quedará atado en el cielo; y todo lo que desatéis en este mundo, también quedará desatado en el cielo.» (Mt 28:18).
Somos filmados en un video adimensional y etéreo; todas nuestras acciones y palabras serán reproducidas en su momento cuando seamos juzgados y hablarán por nosotros. Lo más razonable, por precaución y lógica, es tomar en serio estas palabras de Jesús, escritas por alguien que las oyó de su boca, y las escribió para que las futuras generaciones heredaran Su testimonio.
¡Saquen fuerzas de la gracia recibida de Cristo Jesús! Tomen su parte en los padecimientos, como buenos soldados cristianos, porque es muy cierto lo dicho en 2ª Ti 2:11-13:
«Si morimos con Él, también viviremos con Él; si sufrimos, tendremos parte en su reino; si le negamos, también el nos negará; si no somos fieles, Él seguirá siendo fiel, porque no puede negarse a sí mismo.»
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