Algunos amigos me cuestionan que emplee tanto tiempo enfrentando a quien apoye la teoría darwinista, los sistemas de datación, y las estrellas necesitando miles de millones de años para ser vistas en la Tierra. Preguntan si no sería mejor limitarme a hablar del amor de Cristo; así como de sus promesas de perdón y vida eterna para quienes le reconozcan como el Rey que vendrá. Incluso me recuerdan que la jerarquía católica validó el sistema de datación que hace eónico al planeta, aceptando además la teoría evolutiva.
Yo siempre respondo lo mismo: En América es usual ver estudiantes en las iglesias; aunque la teoría evolutiva se está impartiendo en aulas de EEUU desde 1925, luego del juicio Scopes, aun hay allí millones de jóvenes aferrados a Cristo, negados a arriar la bandera de la Fe. Mas no ocurre lo mismo en Europa.
La iglesia del viejo continente parece un club de veteranos. El estudiante no quiere oír de Dios ni del Cristo crucificado. En tanto jóvenes americanos pugnan por ser fieles al Señor, sin dejar de ser felices por ello, en Europa se citan por móvil para encuentros masivos cada fin de semana, como loa a la droga, al alcohol, y al desenfreno.
Una acción manipuladora, intenta durante siglos, sacar a Jesús del corazón humano. En las aulas se habla del Alejandro Magno histórico, fundamentado en escritos de sus contemporáneos; otros informes, de igual valor testimonial [incluso de sus propios enemigos] avalan al Cristo milagroso, surgido más de 3 siglos después. Sin embargo, le han sacado de las aulas, ante nuestra indiferencia, con total impunidad. ¿Cómo callar ante la mala intención?
Satanás quiere un mundo ciego a la Verdad de Dios… así como una Ciencia entregada a él, para poderla dirigir hacia objetivos antiCristo. Desde niños, se nos dice que descendemos de monos, que no hay vida después de la muerte, que el universo es eónico, y que hay que gozar, pues la vida son dos días. La meta del antiCristo, tantas veces anunciada en la Biblia, es alcanzada cada día por más personas; satanás reclama lo suyo. Ha logrado una juventud atea o pagana; en ausencia espiritual, y apegada al culto al cuerpo, el libertinaje, la promiscuidad, y las cosas materiales. Con brazos abiertos se le entregan millones cada día, sin freno ni gobierno, abrazados al mito que les aparta de Dios.
Es doloroso saber que esto ocurre, sin que padres tan mal adoctrinados como ellos, hagan nada por evitarlo. Pero más triste aun es que a padres y a hijos les han llevado al punto donde están, desde la mentira. Mas, ¿cómo hablarle de Dios a quien desde niño le han llenado la cabeza de falsas negaciones sobre la Verdad bíblica, exponiéndolas como Ciencia? ¿Qué posibilidad tienen los pastores evangélicos europeos de llenar sus iglesias de gente joven, comprometida con Jesús, si no es combatiendo la seudociencia que les aleja de Cristo? El Señor nos inculcó responsabilidad, y tenemos que asumirla:
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y ser hollada de los hombres.” [Mat 5:13]
Por eso este blog: como miles de hermanos, asumo compromiso ante el Señor, hasta que venga a pedir cuenta de nuestros actos. Por Él me dedico a salir al paso constantemente a la ‘no ciencia’ que inculca el ateísmo. Y por eso, este artículo buscará lo de siempre: exhibir una Ciencia congruente con la Palabra de Dios, para que nadie pueda decirle a un pastor que miente cuando intente ganar un alma más para el Crucificado.
Estos días he expuesto trabajos de física cuántica, porque la Teoría de la Relatividad afirma que la máxima velocidad a la que se puede propagar ‘información’ en el vacío, es la de la luz. Eso envejece las estrellas y niega al Génesis, que dice que la Tierra es 3 días más vieja que el resto del cielo. Pero la cuántica lo confirma con tal precisión, estadísticamente hablando, que no deja lugar a dudas. De ella surgió un concepto nominado ‘Interpretación de Copenhague’, [en honor al físico danés Niels Bohr]; y por su renuncia al principio de causalidad no fue aceptada por físicos de la talla del propio Einstein, que afirmó: “Dios no juega a los dados”.
Él mismo, con ayuda de Podolski y Rosen, creó la Paradoja EPR [siglas de autores), cuya conclusión hacía aparecer absurda la acotación de Copenhague. Pero luego, Bohr mostró que en realidad no era falsa, y también lo confirmó Alain ASPEC solo hace unos años.
No obstante, como la Verdad está por encima de los retos, en el artículo anterior a este, presenté evidencias donde incluso la propia teoría de la relatividad demuestra que puede trasmitirse información en el vacío, a una velocidad mayor a la de la luz. Y hoy repetiré el modelo desde otra perspectiva: ‘los anillos de Einstein’.
Se forma un anillo de Einstein [o Chwolson], si una fuente radiante, una agrupación estelar lejana, se alinea en su camino con un entorno masivo [por ej: una galaxia], y la lente de un telescopio. O sea: cuerpos físicos con masa. Si no se cumple la linealidad total, el anillo será parcial. Repetiré la imagen del otro día, que es la que mejor lo explica.

Efecto de Lente Gravitacional sobre una Galaxia
En este caso, la masa astral lejana radía su imagen, y al topar con la galaxia interpuesta, la fuerza de gravedad de esta [debido a su masa] forma una lente gravitacional convexa que amplifica esa imagen espejo del cuerpo masivo distante. Tan real, que es vista por el telescopio. Más abajo les presento algunos registros de anillos de Einstein, percibidos por el Hubble.

Anillos de Einsteins vislumbrados por el Hubble
Pero para que se comprenda mejor el concepto, acudiré a un recurso nemotécnico sencillo: el de imágenes formadas por refracción en superficie plana, que puede considerarse como una esférica de radio infinito. La imagen de un objeto visto a través de una superficie refractora plana, es virtual, y se forma del lado de incidencia del objeto. Si el medio de incidencia de los rayos tiene un mayor índice de refracción que el de transmisión, como suele ocurrir, veremos el objeto algo distorsionado, y más próximo de lo que realmente está.
Un remo semi hundido en agua parece estar curvado, porque la imagen que vemos se forma a una profundidad menor que la real. La imagen del remo que surge ante nuestros ojos está a las ¾ partes de la profundidad real. Parece curvado, por efecto de la refracción. En general, esto se cumple con toda imagen de objetos bajo el agua. Veámoslo con un pez:

Refracción de imagen en el agua
Y ahora, intentemos ver algo similar en el espacio. La desviación gravitacional fue predicha en la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein. La imagen de una fuente espacial se ‘curva’ ante la presencia del cuerpo masivo que se interpone. Se porta como lente, deformando el espacio-tiempo conceptuado. Se manifiesta la imagen brillante de un anillo, gracias a la alineación simétrica de tres cuerpos físicos reales, no fotones: la masa, fuente de la imagen lejana, la lente gravitacional generada por la fuerza de gravedad del cuerpo masivo y el lente telescópico.
Eso es importante y definitivo. Mediante el telescopio espacial Hubble, los investigadores Raphael Gavazzi [Space Telescope Science Institute] y Tommaso Treu [Univ. de Santa Bárbara, California], lograron detectar este anillo de Einstein doble, proveniente de tres galaxias que distan de la Tierra, 3, 6, y 11 mil millones de años luz, respectivamente.

Efecto del doble anillo de Einstein
En este caso no se implica un solo cuerpo lejano, sino tres. Y aun distantes, resulta imposible el cumplimiento, en ninguno de ellos, del enunciado relativista que niega a una información viajar por el espacio a mayor velocidad que la de la luz, pues la imagen de las tres galaxias llegan en fracción de segundo, pese a la colosal distancia. ¿Quien duda que una imagen es información? De hecho, en enero del 2007, Científicos de la Universidad de Rochester lograron imprimir una imagen en un fotón de luz, guardarla y, recuperarla. Es tanta la información de una imagen, que lo consideraron un paso serio en la dirección de los ordenadores cuánticos del futuro.
Se mostraban las iniciales de la Universidad de Rochester (UR), en unos pocos píxeles; y la novedad alcanzada: guardar información, resultó rotunda. Tanto, que John Howell, profesor asociado de física y líder del proyecto, dijo: «Casi suena imposible, pero en vez de guardar ceros y unos, nosotros almacenamos una imagen entera.»
Desde la Relatividad de Einstein habría que decir que la imagen relativa al anillo [una información en toda regla], consecuencia de la galaxia más lejana, a 11 mil millones de años luz, debería tardar en llegar a la Tierra 11 mil millones de años, pues la teoría le ‘obliga’ viajar a la velocidad de la luz… considerada como la más rápida posible en el vacío. Sin embargo, el Hubble , al enfocar un cuerpo físico real, ‘no fotones‘, la divisó en fracción de segundo, por lo que su velocidad tuvo que tender a infinito: tuvo que exceder la velocidad de la luz en una cantidad de veces tan grande, que la resultante tendió a infinito.
La imagen de la galaxia física, a 11 MM años luz, se curva ante la fuerza gravitatoria ejercida por la masa física de la galaxia intermedia, a 6 MM años luz, reflejando en el telescopio el 1er anillo. Pero esta misma a su vez, al tener también masa, irradia su imagen hacia la tercera galaxia, la situada a 3 MM años luz… y tal imagen se curva al enfrentar la fuerza de gravedad de ese último cuerpo enfocado por el telescopio, reflejando en la lente el 2º anillo.
O sea, de nuevo se cumple lo que se viene afirmando en este blog: no hay imagen por fotones salidos 11 mil millones de años atrás, pues el hecho de que el anillo de Einstein, un efecto de lente gravitacional, solo ocurre si se presenta el estado de alineación entre cuerpos físicos con masa [telescopio, galaxia intermedia, y cuerpo multifactorial distante], hace que estemos ante una acción coincidente en tiempo, donde el pasado no puede tener ni la más mínima expresión. Así, tocante a la información viajando a velocidad muy superior a la de la luz, la teoría no solo es refutada por la física cuántica, sino por su propia evidencia, su manifestación en el cosmos.
La propia exigencia gravitatoria imposibilita la teoría del ‘vemos fotones del pasado’, puesto que la carencia de masa del fotón le impide ejercer la fuerza gravitacional requerida para lograr el efecto de lente manifestado en cada uno de estos casos. Ese efecto solo lo logra un cuerpo físico de gran masa; por tanto, son cuerpos físicos, y los vemos en fracción de segundo, pese a estar ubicados a miles de billones de kms de la Tierra.
Si vamos por la vida aceptando conceptos sin razonar, negamos el conocimiento, pues este no llega desde la aceptación, sino intentando demostrar que el precepto invasor, puede ser negado. Si aceptamos todo lo que viene, solo porque llega arropado en una bata blanca, sin analizar, negaremos al propio conocimiento de que lo establecido puede estar cimentado en campos de error. Solo pensando en otra opción podremos estar en continuo proceso de avance hacia el dominio de la Verdad. Negarnos a ello podría sumirnos voluntariamente en la ignorancia de aceptación de lo irreal.
Mas lo real es: vemos, en fracción de segundo, la imagen de cuerpos físicos situados a 11 mil millones de años luz; no son necesarios los cacareados miles de millones de años para observarla. Y ello posibilita que la Tierra sea 3 días más vieja que el resto del universo; así, la Ciencia, esa con mayúsculas, no tergiversadora, es congruente con el planteamiento bíblico citado en el libro con el que instruía Jesús:
Dijo Dios: 14«Que haya luminarias en el firmamento del cielo para que separen el día de la noche; y sirvan de señales y para las fiestas, y para los días y los años, 15 y sirvan de luminarias en el firmamento del cielo para que iluminen sobre la tierra». Y así fue. 16 Y Dios hizo las dos grandes luminarias, la luminaria mayor para que domine el día, y la luminaria menor para que domine la noche; y las estrellas. 17 Y Dios las colocó en el firmamento del cielo para que den luz sobre la tierra, 18 para que dominen de día y de noche, y para que separen la luz de la oscuridad. Y Dios vio que era bueno. 19 Y fue de tarde, y fue de mañana, el cuarto día. [Bereshit 1: 14-19]
Ya he explicado varias veces que esta 3ª dimensión física se subordina a la 4ª dimensión espiritual, a la que, además de Dios y sus ángeles, también pertenecen satanás y sus huestes. De ahí la enorme influencia de estos últimos sobre el pensamiento humano. Es tanta, y está tan por encima de nosotros, que logró confundir incluso a una mente tan prodigiosa como la de Einstein.
Pero hay una noticia: el espíritu humano que se entrega a Cristo en una relación directa y fiel, es automáticamente inmunizado de cualquier influencia de confusión. Y si algo niega al Señor, es falso; solo hay que implicarse más para hallar la Verdad. Podrá ser tentado, pero también podrá vencer el intento por separarlo de la vida eterna en Jesús. Por eso está escrito:
«… y conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres.» [Juan 8:32]
La Verdad es oro: aguanta embestidas y prevalece eterna. La mentira es más débil que el papel donde se escribe: frágil ante el tiempo, e intolerante ante el crisol y el fuego.
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