MAPA, PAMA, Y NIÑOS LIGH.

marzo 7, 2011

Marzo 4/2011

Hoy me he enterado, a través del TV, que pese a haber aprobado todos los exámenes con buena nota, se negó la titulación a dos alumnas de una escuela secundaria en Las Cabezas de San Juan, Sevilla. Motivo: la objeción de conciencia de la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, que atenta contra su fe cristiana.

La Inspección General de la Consejería de Educación de Andalucía emitió en 2007 una resolución que permitía obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) con notas de un uno sobre diez en Física, Matemática u otras asignaturas, si se aprobaba el resto; sin embargo, se negó en este caso por no cursar Educación para la Ciudadanía en 3º de ESO ni Educación ético-cívica de 4º, pese ha haber logrado buena calificación en todas las asignaturas comunes a la Unión Europea.

O sea, el gobierno español activa la KGB escolar con toda su artillería, para amparar lo antinatural del 3er sexo y defender la bandera multicolor, coartando con tal acción la potestad de los padres a instruir sus hijos en preceptos cristianos si lo consideran oportuno. Una flagrante violación de los derechos humanos; ¿o solo es humano el homosexual?

¿Dónde está la ‘tolerancia’ proclamada desde las azoteas? ¿Qué sucede en España? El único rédito de la asignatura Aído’ es hacer bailar al son de la trompeta gay; no hay ni un solo sustento académico. Obviamente, la decisión de dejarlas sin título no fue escolar, sino política. Los largos tentáculos de sus señorías ateas demuestran su capacidad de influencia incluso sobre el Tribunal Supremo, que en 2009 determinó inobjetable que alguien decidiera no seguir el ritmo impuesto por invertidos sexuales.

El consejero andaluz de Educación, Álvarez de la Chica, respaldó a la Dirección de la Secundaria y ha dicho que ‘la ley hay que respetarla’. Sin embargo, no se respetó en los ERES ilegales de Andalucía, una vergüenza que pica y se extiende, salpicando ya a cerca de un centenar de socialistas and amiguetes.com. La moral y cívica de la honestidad propugnada por Cristo se sacó de las aulas para poder trampear y mangar sin confrontación de conciencia; en cambio se declara sagrado cada icono gay.

 Olvidan que en la actualidad está aun vigente una fuerza jurídica que se saltan a la torera cada vez que les conviene. Es la que aparece en el Art. 264, conforme a la Ley 23.264, que establece la patria potestad como una institución destinada a la protección e integridad del hijo menor:

«La patria potestad es el conjunto de derechos y deberes que corresponden a los padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde la concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado».

Imagino a la ex-ministra Bibiana Aído, valedora del yerro abiológico, glosando al consejero: ‘Si no las suspendes, nos comerá el coco de la derecha; será su victoria‘. Y así fue: la suspensión se oficializó para ‘que no sentara precedentes‘… aunque se violara la patria potestad establecida en la Constitución Española.

Así prevalece aun  la propugna zurda, yendo contra derecho, abatiendo la ética inculcada por padres que deciden trasmitir a sus hijos los mismos valores que ellos a su vez habían recibido, y que antes acogieron todos sus ancestros. Estamos ante un estado totalitario, y stalinista que, como ayer en la Unión Soviética [y aun hoy en cada país comunista] instaura el capricho a grito republicano, aunque cada día sus líderes acudan al Parlamento y a los medios de comunicación, proclamándose a sí mismos como ‘precursores de la democracia’.

¿Por qué no lo someten al escrutinio público? ¿Por qué insisten en mirar hacia el techo mientras las asociaciones pro familia protestan en las calles? El lobby político español en el poder se aferra con obstinación a la impureza del óxido, ancorado aun en las ruinas abismales del sombrío trasatlántico marxista, persistiendo con capricho mohoso en el toque de arrebato de la Internacional:

No más salvadores supremos,
ni César ni burgués ni Dios.
Nosotros mismos nos haremos,
nuestra propia redención
.”

La exministra Aído, hoy relegada a secretaria de Estado de Igualdad, miente sobre el proyecto de educación sexual gubernamental, al negar el martes pasado el anunciado nombramiento de agentes sanitarios para impartir formación sexual en los colegios:

ni el anterior Ministerio de Igualdad pretendía ni el actual Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad pretende nombrar ni a maestros ni a agentes sanitarios, ni por tanto contempla ninguna partida presupuestaria específica para tal fin»]

Pro abortista, pro homosexual, e inflexible antiCristo, achacó la acusación ‘a falta de rigor’ e ‘información no contrastada’; lamentando ‘la enorme diferencia existente entre lo que imaginan y dicen, y la verdad’, aludiendo a las medidas que aparecen en la Ley sobre interrupción voluntaria del embarazo y salud sexual y reproductiva.

Mas, la falsedad no resiste la llama de la Verdad; la candela siempre saca la escoria, pues la Ley sobre interrupción voluntaria del embarazo y salud sexua y reproductiva, se concibió como amparo explícito de la ingerencia educativa:

«Los poderes públicos apoyarán a la comunidad educativa en la realización de actividades formativas relacionadas con la educación sexual» [Artículo 10].

Además, su plan de instituir la educación sexual en el aula, desde instancias ajenas a centros escolares, se legalizó el 8 de noviembre de 2009 por el entonces Secretario General de Sanidad, José Martínez Olmos en declaración al ABC: «Tenemos que contar con farmacéuticos y enfermeros para entrar en los colegios y no cargar a los profesores con cuestiones para los que no están preparados ni formados».

Y hay algo más allá de proveer agentes directamente adjuntos a la administración: el socialismo subvenciona y alienta el adoctrinamiento sexual escolar desde colectivos ajenos al ámbito colegial. Sindicatos, partidos políticos y tropas LGTB, visitaron escuelas con total libertad, adoctrinando a menores, proveyendo preservativos, guías, y otros materiales que incitan a la práctica indiscriminada de la sexualidad.

El 20 de octubre de 2010 se nombró ministra de Sanidad a Leire Pajín, anexándole las funciones de la dislocada cartera de Bibiana Aído, y la Secretaría de Estado de Igualdad, entró en Sanidad. Ya antes, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) había presentado la campaña “Vuelta al Cole. Este curso, ¡Escuela sin armarios!”, apoyando, en el mismo corazón del sistema educativo, la inmoralidad sexual instaurada por la LOE.

Presentaron sus proyectos antipadres, recursos, y material de propaganda pro juventud LGTB, propugnando aquello contra lo que viene luchando la familia tradicional española. Y lo hicieron incluso ante agentes sindicales de enseñanza CCOO, y UGT, implicados forzosos en el proyecto antifamilia.

Se suspende a dos buenos estudiantes por el delito de ser fieles a la educación tradicional, mientras la adopción gay ve portón abierto, engordando el idioma español: la familia ahora no solo la instituye la mamá, el papá y sus hijos concebidos de forma natural. Ya existe también la figura política de ‘mapa’, en lugar de madre; ‘pama’, en lugar de padre… y los niños light, con instrucción homosexual asegurada cada vez que pillen en arrumacos a mapa-pama en el sofá, la cocina… o la cama.

Este gobierno, con su desgobierno, es el principal responsable ante Jesús por propugnar cada renglón que les dicta a sus corazones el propio antiCristo. Sus leyes están concebidas para atentar contra el legado de Dios: la familia, y Su proyecto del hogar. Como siempre, se ponen las manos en los oídos, y los pulgares en los ojos, tirando hacia delante, ignorando las advertencias:

«Pero en cuanto a los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente, que es la segunda muerte.» [Apo 21:8]

Lo advierte Jesús de Nazaret, el Juez que vendrá a salvar o condenar según sea; y lo inteligente no es dar coces contra el aguijón, sino huir de él, pues quema; es llama.

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