Enero 28/2008
UNA EDAD, UNA GLACIACIÓN.
Hay fuerte evidencia de que posterior al Diluvio, el hielo y la nieve cubrieron casi todo Canadá, el norte de los E.U, Eurasia noroccidental, Groenlandia, la Antártida… la Biblia describe hielo en el mar rojo y en la frontera con el desierto árabe. Habla de una Edad de Hielo; los evolucionistas de varias.
Pero los propios evolucionistas encuentran que la causa de la Edad de Hielo es un misterio. Obviamente, el clima necesitaba ser más frío; mas el enfriamiento global por sí mismo no sería suficiente, pues entonces habría menos evaporación, y por tanto, menos nieve. ¿Cómo es posible tener clima frío y mucha evaporación al mismo tiempo?
El meteorólogo creacionista Michael Oard, opina que la Edad de Hielo fue una consecuencia del Diluvio, según Ge7:11:
«…aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas»
‘Al ‘romperse todas las fuentes del abismo’, profusa agua caliente y lava procedente del interior incandescente del planeta (debido a las presiones) se habría vertido en los océanos, calentándolos e incrementando la evaporación; al tiempo que gran cantidad de ceniza volcánica en el aire post-diluviano habría bloqueado mucha luz solar, enfriando la tierra.
Así, el Diluvio habría producido la mezcla necesaria: inmensa cantidad de vapor de agua, procedente de océanos más calientes y clima continental frío por el ‘bloqueo solar’ de la ceniza volcánica. Esto habría resultado en una nevada intensa sobre los continentes. Con la nieve cayendo más rápido de lo que se derretía, nacerían las capas de hielo.
Esta helada descomunal, probablemente duró varios siglos. Los océanos se enfriarían gradualmente, la evaporación decrecería y a medida que la ceniza se asentara fuera de la atmósfera, permitiría de nuevo el paso de la luz solar. Los bloques empezarían a derretirse; a veces lo suficientemente rápido para que los ríos que drenaban estas capas de hielo se desbordaran. Estos desastres habrían ocurrido durante varios siglos después del Diluvio.’
Con esta explicación, ya tenemos otra glaciación teórica opcional, perfectamente creíble y que se oponga a la mentira que se enseña en las escuelas desde el 1925. Pero, ¿qué dice la Biblia acerca de esto?
Hay una respuesta en Job 37:10, cuando Eliú defiende el poder de Dios ante Job y sus amigos:
«Por el soplo de Dios se forma el hielo y las aguas extensas se congelan.»
Y otra más cuando Dios interpela a Job sobre su arrogancia; dando por sentado que dicho interlocutor sabía de lo que le estaba hablando, que conocía ‘el hielo y los mares helados’ perfectamente. En Job 38:29-30 podemos leer:
«¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró? Las aguas se endurecen a manera de piedra, Y se congela la faz del abismo.»
Atención, pues esto es muyyyyyyy interesante. La sección narrativa del libro, presenta a un hombre de conducta intachable, llamado Job, que vivía en la región de Us, lejos del territorio de Israel. Él gozaba de gran prosperidad, rodeado de una familia numerosa, hasta que, de manera imprevista se vio sometido a una prueba atroz: perdió todos sus bienes, sus hijos y le vino una terrible enfermedad de la piel, parecida a la lepra. Esa es la temática.
Si vamos al Génesis 10: 22-23, la parte del libro que define los orígenes de los pueblos, después del Diluvio, dice:
«Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas.’
Sem era el mayor de los hijos de Noé; todos ellos se fueron disgregando para volver a poblar la tierra. El arca encalló sobre las montañas de Ararat (Ge 8:4) que corresponde, según la tradición judía, a la comarca que los antiguos llamaban Urartu, aproximadamente, la actual Armenia. Cada nieto de Noé, iba hacia un sitio, y ese lugar tomaba su nombre. Us, según la definición judía del origen de los pueblos, se asentó en la frontera entre Edom y el desierto arábigo, a la derecha del Mar Rojo. Esa fue la patria de Job.
Si conocía el hielo, y ‘las aguas endurecidas a manera de piedra, y congelada la faz del abismo’, tal como se desprende del diálogo, es que vio un glacial en el mar rojo (al oeste). De cajón, no cabe otra; no me imagino a Job aprovechando sus vacaciones y un descuento en la ‘Arabian Air Lines’, que le permitiera hacer un viaje turístico al hielo de la Antártida.
La tradición judía dice que el libro de Job fue escrito por Moisés; este vivió en el exilio egipcio. Egipto es una de las civilizaciones más antiguas; la historia escrita de sus familias reales (faraones), datan de antes del año 3000 aC. Así que saquen sus cuentas y conclusiones; la deducción está servida: por esas fechas, Job y otros, ‘vivieron’ en una glaciación, varios milenios antes de Cristo. ¿Se imaginan helado el desierto de Arabia?
La Biblia nos hace ese relato, precisamente en el libro de Job… el que también enseña que el hombre convivió con ‘dinosaurios’. ¿No es enigmático este librito?
Hubo una glaciación entre humanos… y está muy cerca en el tiempo.
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