8ª CAPCIOSIDAD ANTICRISTO QUE ORBITA EN RED

julio 19, 2012

Julio/19/2012

[Capcioso: (Del latín captiosus; raíz: captio = engaño) Proposición hecha para confundir o engañar a un interlocutor o auditorio]

Estas capciosidades que neutralizo gracias al Señor, las copié del blog:

http://imaginario-nopensar.blogspot.com.es/2011/07/la-segunda-venida-de-cristo.html

[8-¿Por qué Dios no creó los seres humanos de tal manera que libremente deseen hacer el bien, eliminando así la necesidad de crear un infierno para atormentar eternamente a los impíos? (Si la idea le parece imposible o contradictoria, acaso no es esta la situación que se da en el cielo?)]

En realidad, sucesos ocurridos en el cielo dieron lugar a un cambio en los planes de Dios. Ya lo he repetido varias veces en este blog, pero por su importancia, y sin entrar en detalles, lo narraré una vez más:

Antes de tener un cuerpo material, Ud., yo, y el resto del planeta, éramos espíritus. Todos habitábamos un lugar celestial, en un cuerpo espiritual, sin carne ni huesos. Y un día, Dios, que sí los tiene, planteó en un concilio a los líderes espirituales dar a cada espíritu ese cuerpo (como tiene Él), exponiéndoles el plan para conocer su opinión. ¿No han leído el pasaje del Jesús resucitado ante sus asustados seguidores? Pensaban que veían fantasma, y Él les tranquilizó, en Luc 24:39:

Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.”

Pues bien, en aquel concilio celestial, Lucifer (lit: ángel de luz), a la sazón líder importante, propuso algo que alteraba ese nuevo plan. Jesús en cambio le dijo al Padre: “Hágase según tu voluntad”. Dios descartó lo que exponía Lucifer, y este se rebeló, seguido por la 3ª parte del mundo angélico. Hubo contienda en los cielos, y al final fueron derrotados y expulsados él y sus seguidores; condenados a no tener jamás carne y huesos, vivirían para siempre en un reino paralelo al nuestro, pero espiritual: el infierno.

En cambio, a los ángeles leales se les dijo que sería borrada toda memoria de su vida espiritual, y vendrían a la Tierra para vivir en otra dimensión en la que dispondrían de un cuerpo similar al de Dios. Por ello el Creador dijo hablando en plural, en el concilio del Génesis: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”.

Aquí se probaría nuestra fidelidad; bajo las nuevas sensaciones derivadas de distintos tipos de tentación, sería probada la obediencia: un filtro para que nunca más hubiera rebeldía en el cielo. A Adán se le dio el 1er espíritu, y a Eva el 2º: ellos iniciaron el plan biológico diseñado por el Dios Creador; de ellos nació la posibilidad de que otros ángeles pudieran ir conociendo la nueva experiencia. Nosotros, paulatinamente, hemos ido dejando la vida espiritual para venir aquí como humanos, hasta que Dios decida llegado el fin de este tiempo.

Así que todos, habiendo sido espíritus, transitaremos esta vida, digamos ‘física’, con libre albedrío (aunque hay ley, habrá también sitios según la letra de la ley), y muriendo volveremos a ser espíritus hasta que Cristo venga. Algunos irán al Paraíso a esperarle… otros al infierno. Luego, resurrección para juicio.

Allí Él le concederá a los que logren terminar limpios la dura prueba, el vivir como elegidos de nuevo en carne y huesos, junto a Dios y Jesús, en el 3er Reino; el de la Plenitud de la Gloria diseñada desde el principio en aquel plan. Y será así, porque demostraron obediencia a la Ley Celestial. Será el grupo más reducido: “Muchos serán llamados, pocos escogidos.”

Al resto que haya purgado su pecado, según sea, se le asignará uno de los dos reinos de gloria diseñados para el nuevo tiempo. Cada persona que no haya sido capaz de obedecer la ley de la Perfección, no podrá gozar la gloria de ese 3er reino, y deberá habitar otro. Si sus actos demostraron que puede obedecer las leyes del 2º, el terrestre, allí será enviado y disfrutará de un nivel intermedio de gloria.

Y los que hayan demostrado que tampoco son capaces de obedecer las leyes del 2º reino, no podrán disfrutar la gloria de ese sitio. Mas si son considerados obedientes a las leyes del 1º, el telestial, allí serán enviados y podrán disfrutar de la menor porción de gloria.

¿Bajo qué parámetros se hará esta clasificación? Solo el Señor Jesús lo sabe; Él es el Juez de la toga de talla única… y al mismo tiempo, abogado de todos los que al llegar a Su presencia puedan mostrar haber sido dignos de algún tipo de defensa.

[Y el resto que quede, volverá otra vez a su propio lugar para gozar de lo que están dispuestos a recibir, porque no quisieron gozar de lo que pudieron haber recibido.

Porque: ¿en qué se beneficia el hombre a quién se le confiere un don, si no lo recibe? He aquí, ni se regocija con lo que le es dado, ni se regocija en aquel que le dio la dádiva.

Lo que la Ley gobierna, también preserva, y por ella es perfeccionado y santificado. Aquello que traspasa una ley, y no se rige por la ley, sino antes procura ser ley a sí mismo, y dispone permanecer en el pecado, y del todo permanece en el pecado, no puede ser santificado por la ley ni por el juicio. Por tanto, tendrá que permanecer sucio.

Porque la inteligencia se allega a la inteligencia; la sabiduría recibe a la sabiduría; la verdad abraza a la verdad; la virtud ama a la virtud; la luz se allega a la luz; la misericordia tiene compasión de la misericordia y reclama lo suyo; la justicia sigue su curso y reclama lo suyo; el juicio va ante la faz de aquel que se sienta sobre el trono y gobierna y ejecuta todas las cosas.]

Y estos 4 últimos párrafos no son míos, sino del Sr. Jesucristo. Él es quien mejor deja claro que el infierno no es una necesidad, sino una opción: fue el sitio de exilio para el diablo y sus ángeles… y será el sitio escogido por quienes deciden convertirse por voluntad propia en sus agentes mundanos, renunciando por sí mismos a alguno de los tres reinos de gloria preparados para todos por Dios. Así, en libre albedrío, cada cual elige responsablemente la opción que considere más conveniente, según la afinidad del corazón en cada tiempo.

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