SATANÁS LEE Y SIEMBRA PENSAMIENTOS

junio 30, 2010

La Ciencia cree que el pensar se origina en la mente; mas, aunque la relaciona con el cerebro [que emite ondas electromagnéticas cada vez que pensamos], aun no ha podido evidenciar el sitio exacto del origen del pensar. Y el mayor conflicto enfrentado, al intentar definir el cerebro como fuente de las ideas, es que, personas a las que por enfermedad o accidente se les ha extirpado una parte del cerebro asociada a determinado recuerdo, luego han vuelto a recordar pese a la ausencia de esa porción física de masa.

En Jn 13:2 leemos: ‘Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase…’

La Biblia pudo decir ‘puso en su mente‘, pues esa voz ya se utilizaba en la época; sin embargo, dice: ‘puso en su corazón’. Y «la Escritura no puede ser quebrantada», según instruye el Señor en Juan 10:35

Así, si el diablo es capaz de inducir acciones de pecado, resulta obvio que también es capaz de ‘saber’ lo que pensamos en nuestro corazón. Jesús enseña que el pensamiento se origina en el corazón. Luego lo procesa el cerebro; quizás la Ciencia algún día esté en condiciones de contrastar tal verdad:

Mat 15:18-19 “Mas lo que sale de la boca, del mismo corazón sale; y contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias…”

Luk 22:33-34 ‘… le dijo: -Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.’ Y Él contestó: «Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.» [Negó, por la acción de satánica de miedo sobre su corazón… pese a ser pastor de pastores]

El diablo no es omnisciente, ¡desde luego que no!; jamás podrá saber cómo piensa nuestro Dios. Mas, al pertenecer a la cuarta dimensión espiritual, sojuzga y prevalece sobre nuestra tercera dimensión física; ¡sí sabe lo que pensamos! Hay un proverbio popular que reza: ‘Mente ociosa, taller del diablo.’

Por ello, el Señor instruye cómo neutralizar tal poder de lectura del maligno:

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente». [Mat 22:37]

Amando así a Dios, anulamos al antiCristo, pues un corazón dado al Creador le es blindado. Pero si pensamos en alguien con maledicencia, ojeriza, envidia, etc, opuestos al pensar del Creador, el Espíritu Santo se aparta esos instantes… y un agente del diablo puede entonces leer nuestra mala idea. Y por esa fisura mete su punta de lanza, induciendo al pecado.

Es muy peligroso subestimar las huestes; no reconocer que nos leen el corazón nos relaja, y nuestra ignorancia en ese aspecto les da ventaja; insistimos en negarle tal poder, y nuestro relax se lo pone fácil. Pero 1ªPe 5:8, advierte:

‘Sed sobrios, y velad; pues vuestro adversario el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar… ‘[Busca leer fisuras para poder entrar]

Sobre ese mismo poder satánico advierte Pablo en Efe 6:11-12:

‘Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. [Asecha lo que hay en nuestro corazón, lo lee] Porque no luchamos contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del siglo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los cielos’.

En general, la Biblia advierte una y otra vez sobre ese poder del AntiCristo:

Mat 13:19 “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el maligno, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.” [Arranca lo que antes leyó como ‘no conveniente’].

Mat 13:39 El enemigo que la sembró [cizaña] es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles… [solo siembra si puede leer lo sembrado]

Mar 4:15 Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, viene presto Satanás, y roba lo sembrado en sus corazones. [ roba lo que le conviene, seleccionando mediante ‘lectura’]

Luk 8:12 “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.” [Quitó lo que leyó y que no le convenía]

Luc 22:3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce… [Entró al corazón… la cuna del pensamiento]

Luc 24:36-38 Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: «Paz a vosotros». Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero Él les dijo: «¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?»

Jn 8:43-44 ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra. Vosotros, de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir: él, homicida ha sido desde el principio…’

[¿Cómo podrían ellos saber los deseos del diablo, si no es por su potestad para imponer sus deseos sobre corazón y mente humana que se lo facilite?]

Jn 13:27 Y después del bocado, satanás entró en él. [en su corazón]

Hch 5:3 Y dijo Pedro: ‘Ananías, ¿por qué llenó satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?’

Hch 8:22-23 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. [Corazón encarcelado por el diablo]

Hch 26:18 Para abrir sus ojos, que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios, para que reciban por la fe que es en mí, remisión de pecados, y suerte entre los que son santificados. [Potestad sobre el corazón]

Rom 1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón ‘fue entenebrecido’. [El diablo lee el corazón y lo ennegrece]

Rom 1:28-32 ‘Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada [a la lectura del maligno] para hacer lo que no conviene; atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte…’

1ªCo 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. [En el corazón, pues Jesús advierte que de ahí salen los malos pensamientos]

2Co 2:10-11 Al que vosotros perdonareis algo, también yo; porque también yo si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vuestra causa lo he hecho en la persona de Cristo; para que Satanás no nos gane alguna ventaja; porque no ignoramos sus maquinaciones. [Gana ventaja al leer el odio en el corazón]

2Co 4:4 “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del Evangelio de la gloria del Cristo, el cual es la imagen de Dios.” [¿Cómo hacerlo sin leer el corazón?]

Efe 4:26-27 Airaos, y no pequéis: no se ponga el sol sobre vuestro enojo; Ni deis lugar al diablo. [Satanás lee el enojo en el corazón]

Fil 4:6-8 ‘Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. [Se alerta, porque el diablo puede leer el pensamiento]

¿Qué son los endemoniados bíblicos, sino personas cuyo corazón fue tomado por espíritus malignos? ¿Cómo pudieron dominarles, sino sometiendo su mente mediante su potestad sobre el corazón humano?

Cuando Saúl insistió en desobedecer a Dios, el profeta Samuel recibió la orden de ungir a David como el rey sucesor. Justo en ese momento, satanás actuó, y el espíritu maligno entró en su corazón, dominando sus pensamientos.

1Sa 16:14 «El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.»

La Biblia advierte acerca del poder de lectura e influencia que satanás tiene sobre el corazón humano… incluyendo a los propios pastores:

‘Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. [Mat 16:23; Mar 8:33]

El diablo y sus huestes pueden leer lo que pensamos; y es nuestro deber ante Dios prevenir de ello en las iglesias. Si en un instante de debilidad, el maligno accede al corazón, que prevalezca siempre al fin nuestro letrero de prohibición:

“Satanás, recoge tu caña, tu anzuelo, y vete, que aquí no pican…”

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