HALLOWEEN VS. LA INSTRUCCIÓN DE CRISTO

noviembre 3, 2009

3 de Noviembre/2009

«Te requiero, pues, delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que juzgará a vivos y muertos en su manifestación y en su reino: Predica la palabra; insta a tiempo y fuera de tiempo [o sea: siempre, sin cansancio]. Redarguye, reprende; exhorta con paciencia y disciplina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad sus oídos y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio. [2ªTim 4:1-5]

La pasada medianoche, víspera del 1º de Noviembre, salí de casa de un matrimonio cristiano y amigo, luego de compartir con ellos toda la tarde; por el camino topé muchos hombres y mujeres jóvenes disfrazados de esperpentos. Y me llamó mucho la atención que varias chicas vestían de rojo; cola y cuernos incluidos. Una loa a satanás, encubierta en un supuesto juego; aparentemente, sin segundas intenciones.

Halloween, fiesta tradicional de Estados Unidos y Canadá, cada noche del 31 de octubre, echa raíz en España. Aunque en realidad nació en Europa, mucho antes. Samhain fue la festividad celta más importante del periodo pagano europeo; predominó hasta la conversión al cristianismo. Festejaban el fin de la cosecha, considerándole el «Año Nuevo Celta»… pero también se daban a la apertura al ‘otro mundo’, reverenciando sus ancestros. En tales ritos, mediante un sacerdote druida [médium] se comunicaban con antepasados. Aparentemente, los espíritus’ ancestrales venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares, para guiarles en esta vida, hacia la inmortal.

El ‘Snap-Apple Night’, cuadro del artista irlandés Daniel Mac Lise en 1833, describe una multitud en plena bacanal festiva, en una gran barraca. Se inspiró en un Samhain céltico al que asistió en Blarney, Irlanda, en 1832… casualmente en los mismos tiempos  en que el profeta Joseph Smith presentaba las revelaciones de Jesucristo en América. ¿Fue casualidad? Les aseguro que no; el mundo está en guerra abierta entre Jesús de Nazaret y Lucifer desde el inicio de los tiempos, y los humanos somos los verdaderos protagonistas, según las trincheras que elegimos.

Las hogueras [¿acaso podrá el diablo eludir la llama?] jugaron su papel: en cada hogar se encendía la chimenea, y los otros fuegos se apagaban; se sacrificaban animales, y sus huesos se lanzaban a esa fogata. Y si el festejo se extendía al pueblo, se sumaba la adivinación, por lo general implicando borracheras y bacanales. Así la practicaron pueblos celtas en Europa, por más de tres milenios. Hoy, Samhain aun se festeja por grupos neo-paganos, como los devotos de la wicca y el druidismo: un canto a la hechicería o brujería.

El Papa Gregorio IV abrogó el rito pagano en el 840; y nació el universal ‘Día de Todos los Santos’, reubicado del 13 de mayo, al 1 de noviembre, cuya celebración vespertina es la ‘vigilia’ católica del 31 de octubre. Velada que en inglés fue: ‘All Hallow’s Eve’, luego ‘All Hallow Een’ [eer= espectral], y el ‘Halloween’ actual. Un festival falsamente cristiano e inocente, supo ser usado por el enemigo de Dios, como herramienta propia, dándole un carácter comercial, aunque la sola presencia de los cuernos ya le convierte en poco cándido. ¡Con ese peligro sinuoso trabaja el evil, cada vez que el hombre que se cree poseedor del don religioso crea nuevas normas, apartándose de la instrucción de Cristo!

Como la guerra espiritual es tenaz, un milenio después, con la hambruna e emigración irlandesa del 1840, en pleno apogeo de la iglesia mormona concebida por Dios para nacer en América desde emigrantes judíos, y como oposición a ella, satanás llevó la festividad a ese país tal cual la había creado; este período constituyó la etapa de madurez humana que necesitaba el antiCristo para su cosecha.

El cine y la TV se encargaron de la posterior globalización del festival, a fines de los 70 y principios de los 80. En 1978, se estrenó en EEUU [y el mundo entero] ‘La Noche de Halloween’, de John Carpenter; película ambientada en la víspera de Todos los Santos; un clásico del cine de terror. Hoy día, el veneno psicológico inunda un planeta festivamente infiel, gracias a populares series de TV. norteamericanas.

La actividad típica, su ‘truco o trato’, le vincula al pacto satánico. Las fiestas de disfraces, hogueras, visitas a casas encantadas, bromas, lectura de historias de miedo, y las películas de terror, culminan tal relación. Constituyó un firme paso para institucionalizar el rechazo a Dios en el mundo: se extrapoló al naciente imperio americano, donde nacía también la iglesia nueva de Jesucristo,  una práctica profana, contraria a la Instrucción del Señor. ¿O es que algún cristiano puede ver en esas fiestas algún punto coherente con la instrucción de Jesús? No se engañen: la apariencia infantil de tales festejos encubre en realidad propósitos recónditos del eterno enemigo de Cristo.

La sensual Hallowen gustó más que la sensatez bíblica: el ‘vive la vida’ del maligno, sentó cátedra ante la alternativa de eternidad bajo el reino Mesiánico que demanda fortaleza de fe. Ya se abordó en otros artículos de este blog el plan infernal para ateisar la humanidad hasta su Apocalipsis, aislando al corazón humano de su Creador. Propósito cuya intencionalidad intangible, se hizo evidente con toda claridad en una misma década histórica, en un entramado diseñado en el propio nido del antiCristo. Halloween [1840] solo fue un recurso más para minar el terreno de la fe. Luego lanzó su ofensiva:

— Año 1848: Marx y Engels publican el ‘Manifiesto Comunista’, cuya consecuencia fue que en el 1917, con la revolución bolchevique, se proclamara el primer estado ateo en la Rusia cristiana, y se comenzara a perseguir la iglesia de Dios contemporánea.

— Año 1850: Se fija la escala del tiempo geológico internacional; se habla de un mundo eónico, contradiciendo la Biblia que enseña una Creación de unos pocos  miles de años. Geólogos y paleontólogos usan ese patrón, tergiversando dataciones, puesto que una roca no contiene un solo isótopo, sino varios, por lo que el método, arrojaría tantas edades como isótopos fueran registrados en el espectrómetro. Y esa ‘locura’ es aceptada, aunque convierte la técnica en sí misma no apta científicamente para datar.

— Año 1859: Darwin publica el origen de las especies, y el anti cientificismo filosófico roba con impunidad la bata blanca, convirtiéndonos de un plumazo en descendientes de monos, solo para negar la Palabra de Dios. Por primera vez la Ciencia, hasta entonces aceptando solo hechos probados por la evidencia, admitió conceptos fantasiosos, basados en fábulas de ranas volviéndose príncipes, alterando por completo el rigor científico. Por vez primera se aceptó una teoría cuyo fundamento científico, el paso procariota-eucariota, jamás ha sido visto en ningún laboratorio del planeta.

Nada es azar en los planes de satán, sino cálculo; en ellos el mundo vio puerta liberadora en la opción de vetar un Dios al que habría que darle respuestas. Al asumir que resultaba progre y divertido el disfrazarse de demonios, brujos, muertos andantes y todo tipo de seres diabólicos, rompen el hilo sagrado que conecta al Creador, y niebla la mente para que acepte la absurda fantasía de la seudo ciencia atea.

El interés de satanás es precisamente ese: hacerlo pasar por una actividad inocente, relacionarlo con lo divertido, lo agradable; una forma de entregarle, el subconsciente con la excusa de ‘no aburrirse’. Así, su verdadero potencial de peligro es inadvertido y la irresponsabilidad nos convierte en vulnerables. Cuando la gente se dé cuenta, ya está fumando porros, alcoholizándose, cayendo en desenfrenos sexuales de varios tipos… haciendo todo lo que se hace cuando el espíritu ha sido eficazmente anestesiado. Y la iglesia tiene una enorme responsabilidad en ese aspecto; su única posición fiel ante los ojos de Dios, es el rechazo, el mismo rechazo que le hace el propio señor Jesús.

Debemos alzar nuestra voz en contra de esa costumbre, pues es una forma de iniciar el proceso adaptativo que en un futuro no lejano les llevará a vender su alma al diablo, deslizándose por la ancha avenida de desatinos, alejándose por completo de las leyes que nuestro Dios nos dejó escritas, para entregarse al proyecto de la falsa felicidad de su enemigo de siempre.

En Europa, demasiada gente ha decidido importar el Halloween. La imagen de niños norteamericanos vagando por oscuras calles, disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los vecinos del barrio, en lugar de ser repudiada, ha calado en la mente de muchos padres irresponsables. Y hasta en la de la propia adolescencia, que por aquello del y yo más, están convirtiendo el día en otra excusa para los excesos, dejando pequeños a los propios seguidores americanos.

Hay que estar alertas; debemos ser celosos con el fundamento dado por el Señor Jesucristo, porque los cimientos que nos fueron entregados resultan indispensables para poder ser hallados inocentes en el día de su juicio, en su regreso imparable. Leyes que Jesús ratificó, erigidas para que nos fuera bien ante el Creador, en la hora de responder por nuestros actos. El tiempo del pago prometido: premio de vida eterna bajo el gobierno del crucificado… o del ardor dispuesto para los culpables del sumario.

El peligro de la guerra espiritual que está pendiente sobre cada persona, ya nos fue alertado hace unos cuantos miles de años:

«Porque he aquí, los malos tensan el arco, preparan sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Y, si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué podrá hacer el justo?»  [Sal 11:2-3]

¿Dónde están los fundamentos? El día 1º, la TV recogió el festejo en un parvulario. Fue siniestro ver niños entre 2 y 4 años, a los que sus propios padres vistieron de diablos. ¿Acaso no saben que responderán ante Dios por la educación que dan a hijos cuya formación futura depende de ellos? El Proyecto del Hogar es algo vital para el Creador; la familia constituye la base de la sociedad celestial más cercana prevista por Dios; y en el futuro vendrá Jesús a cumplir ese proyecto. Tengan por seguro que todos deberemos responder ante Él, sobre cómo hemos hecho nuestros deberes al respecto.

Menos Halloween, menos toreo entre trapos rojos, y más cerebro espiritual. Despojémonos del hombre natural, enemigo de Dios. El Pastor examinará con lupa sus ovejas al reunir su rebaño, antes de guiarlo a pastos eternos y limpias aguas. Y una cosa es segura: para nada le interesarán las cabras.

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